Las vitaminas del complejo B son hidrosolubles, es decir, se disuelven en agua, y tienen un almacenaje limitado, por lo deben consumirse regularmente para evitar carencias o déficits en el organismo.
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Relación entre vitamina B y sistema nervioso
Las vitaminas del complejo B regulan los procesos relacionados con la producción de energía, la creación de nuevas células y el mantenimiento de un sistema nervioso saludable.
La evidencia científica relaciona el déficit de vitaminas del complejo B, sobre todo de vitamina B1 (tiamina), vitamina B6 (piridoxina) y vitamina B12 (cianocobalamina), conocidas como vitaminas B neurotrópicas, con alteraciones neurocognitivas, demencia, depresión, estrés y ansiedad.
Cómo puede ayudar la vitamina B al sistema nervioso
Las vitaminas B neurotrópicas son esenciales para el mantenimiento de un sistema nervioso saludable, gracias a sus mecanismos neuroprotectores y neurorregenerativos, y, en cantidades terapéuticas, tienen un efecto restaurador de la función nerviosa periférica.
La vitamina B1 (tiamina), con propiedades antioxidantes, proporciona la energía necesaria a las células nerviosas para la síntesis de ácidos nucleicos, de neurotransmisores y de mielina, una capa grasa que recubre las fibras nerviosas y permite una conducción más rápida y eficaz de los impulsos nerviosos. Además, ayuda a mantener una actitud mental positiva, incrementa la capacidad de aprendizaje, lucha contra el estrés y evita la pérdida de memoria.
Un déficit acusado de tiamina puede provocar beriberi, una enfermedad que cursa con alteraciones neuronales (hormigueo, entumecimiento de las extremidades, reflejos anormales, etc.), debilidad muscular y trastornos cardíacos.
La vitamina B6 (piridoxina), con función neuroprotectora, facilita la transmisión de los impulsos nerviosos e interviene en el metabolismo de aminoácidos, neurotransmisores y ácidos nucleicos (ADN y ARN). Así mismo, es necesaria en el desarrollo cerebral del feto durante el embarazo y a lo largo de la infancia. Se recomienda su ingesta para recuperar la normalidad del sistema nervioso en situaciones de estrés y ansiedad.
La vitamina B12 (cianocobalamina), con capacidad regenerativa, está implicada en el metabolismo de ácidos grasos, aminoácidos, neurotransmisores, mielina y ácidos nucleicos (ADN y ARN). Además, gran parte de los trastornos neurológicos, desde la depresión hasta posibles demencias, están relacionados con una carencia de vitamina B12, así como también determinados síntomas neurológicos, como el hormigueo, la falta de sensibilidad en las extremidades, la pérdida de memoria, los cambios en el estado de ánimo, la desorientación, la confusión e incluso la depresión.