Enero es un mes duro para muchos. Y lo es porque significa el final de las Navidades y la vuelta a la rutina.
Sin duda una de las cosas que más cabe cuidar en este regreso es nuestra espalda. Prepararla para evitar dolores y molestias será una buena idea que nos ahorrará muchas complicaciones después. Hay que tener en cuenta que los dolores de espalda son uno de los principales motivos de las bajas laborales.
Para el buen cuidado de nuestra espalda resulta fundamental realizar ejercicios que nos ayuden a fortalecer los músculos del tronco. El trabajo en la oficina, con muchas horas sentados delante de una pantalla, los acaban debilitando. Eso, sumado a una mala postura, acaba generando la aparición del dolor de espalda. Por eso conviene llevar a la práctica algunos ejercicios que nos ayuden a combatirlo.
Una buena forma de mantener en buena forma nuestra espalda es intentar continuar con alguna actividad al aire libre. También te ayudará a que la vuelta al trabajo no se haga tan dura. Un buen ejercicio es el de caminar, que además nos ayudará a cuidar nuestra salud cardiovascular, pero también podemos andar en bicicleta o practicar un poco de running. Otra buena idea es ir a la piscina. La natación es un ejercicio que ayuda a mantener en forma los músculos de nuestra espalda. En todo caso conviene que estos ejercicios no los hagas de una forma brusca, sino progresivamente. Y si puede ser supervisado por algún profesional, mucho mejor todavía.
También podemos aprovechar que volvemos al trabajo para revisar nuestros hábitos diarios. Volver a nuestros quehaceres cotidianos es una gran ocasión para revisar las cosas que hacemos mal e intentar adquirir nuevos hábitos saludables. Cuando la rutina no se ha instalado definitivamente es un momento ideal para intentar cambiar pequeñas costumbres que nos harán que el resto del año nuestra espalda esté mucho mejor.
Por ejemplo, una cosa sencilla es revisar nuestro bolso, mochila o maletín ¿De verdad nos hace falta todo lo que llevamos dentro? Piensa que lo acabarás llevando contigo muchas horas y son unos kilos extra que irán haciendo mella en tu espalda. Vacía todo y vuelve a meter aquello que es únicamente imprescindible. Eso servirá para llevar solo lo justo y evitar un sobrepeso que acabaría siendo perjudicial.
Es también una ocasión para reordenar la oficina o tu puesto de trabajo. Recuerda que es muy importante mantener una postura adecuada, ya que pasarás muchas horas allí. La altura de la pantalla del ordenador es una de las principales cosas en las que fijarse.
Nuestros ojos deben apuntar directamente a centro, sin que tengamos ni que bajar ni subir el cuello. Los pies bien plantados en el suelo, con las rodillas en ángulo de 90º y la cadera ligeramente más elevada que ellas son otros consejos para una buena postura de trabajo.
Otra cosa interesante es la de introducir pequeños hábitos que nos ayuden a cuidar nuestra espalda para evitar los dolores de espalda. Por ejemplo, intentar no estar nunca más de cuarenta minutos seguidos sentados, levantándote para ir a beber un poco de agua. Así, a la vez cuidas te mantienes hidratados, que también es necesario. Otra cosa que muchas veces nos olvidamos es la de hidratarnos correctamente. Beber de vez en cuando un poco de agua ayudará a evitar la aparición del dolor de espalda. De esta forma, por ejemplo, puedes aprovechar que te levantas de tu sitio para ir a beber un poco de agua y así matar dos pájaros de un tiro.
Miguel Ramudo
Content Manager Healthcare