ESTENOSIS CERVICAL Y LUMBAR – Hidroxil

ESTENOSIS CERVICAL Y LUMBAR

03 diciembre, 2019

La estenosis espinal, o estrechamiento espinal, se produce con mayor frecuencia en la zona cervical o lumbar. Veamos qué es, qué puede provocarla, cómo se manifiesta y qué podemos hacer para mejorarla.

La columna vertebral, conocida también como espina dorsal o raquis, está formada por 33 vértebras (7 cervicales, 12 dorsales o torácicas, 5 lumbares, 5 sacras y 4 coccígeas). Las vértebras sacras y coccígeas están fusionadas entre sí y forman los huesos sacro y cóccix, mientras que las demás vértebras están separadas por un disco intervertebral y sostenidas por un sistema de músculos y ligamentos.

La columna vertebral actúa como elemento de sostén, protege la médula espinal y nos ayuda a mantener el centro de gravedad, lo que permite que el ser humano se desplace sólo sosteniéndose en dos extremidades, sin perder el equilibrio.

La médula espinal es un cordón nervioso que comienza en la base del cerebro y pasa por el interior de la columna hasta llegar a la última vértebra torácica, donde se ramifica en varios nervios espinales agrupados a modo de «cola de caballo» en lo que se conoce como cauda equina.

Para mantener la columna vertebral sana y fuerte, deberíamos mejorar la postura corporal, mantener un peso saludable, controlar el estrés, dormir adecuadamente, realizar pausas y estiramientos cada cierto tiempo y practicar ejercicio físico con regularidad.

Sin embargo, el ritmo de vida actual nos aleja bastante de la situación ideal, y los problemas de la espalda son muy frecuentes. En este artículo, profundizaremos en uno de ellos: la estenosis espinal.

¿Qué es la estenosis espinal?

El estrechamiento de la columna, que ejerce presión sobre las raíces nerviosas y la médula espinal, recibe el nombre de estenosis espinal.

La estenosis puede provocar:

♦ Dolor

♦ Calambres

♦ Entumecimiento

♦ Debilidad

En función del lugar donde se genere la estenosis, estos síntomas podrán aparecer en el cuello, los hombros, los brazos, la zona lumbar o las piernas.

Aunque hay personas que nacen con un conducto vertebral estrecho (estenosis congénita), en la mayoría de los casos el proceso sobreviene cuando algo reduce la cantidad de espacio (estenosis adquirida), como, por ejemplo:

♦ Crecimiento óseo excesivo (por artrosis, mayoritariamente)

♦ Hernia discal

♦ Engrosamiento ligamentoso

♦ Tumor

♦ Traumatismos en la columna

La terapia física (estiramientos, fisioterapia y fortalecimiento lumbar y abdominal), los antiinflamatorios, las infiltraciones epidurales o incluso, en caso de no mejoría, la microcirugía, para liberar el espacio por donde pasa la médula espinal, son las opciones terapéuticas disponibles.

El cuello (estenosis cervical) y la zona lumbar (estenosis lumbar) son las áreas más frecuentemente afectadas por esta dolencia.

Estenosis cervical

La mayoría de los casos de estenosis cervical se relacionan con la edad y el proceso degenerativo de la columna cervical.

El dolor en la zona cervical, que puede extenderse a hombros o brazos, es el principal síntoma de este proceso. La compresión o el pinzamiento de los nervios, que puede irradiar dolor hacia los brazos, la falta de fuerza o la sensación de adormecimiento son otras de las manifestaciones.

Estenosis lumbar

El uso y el desgaste normal por la edad son los factores que pueden llevar a sufrir un estrechamiento de la columna lumbar.

El dolor, que mejora al inclinarse hacia delante o sentarse, el adormecimiento y la debilidad en los glúteos y las piernas son los síntomas generados por la presión sobre la médula espinal y las raíces de los nervios raquídeos.

Aunque la estenosis espinal no se puede prevenir, ¿te animas a poner en marcha las medidas apuntadas para disminuir al máximo el riesgo de que aparezca?

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